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domingo, 30 de diciembre de 2018

EL ONCENIO DE LEGUÍA: LA CUESTIÓN DE TACNA Y ARICA

La presencia chilena en los territorios peruanos de Tacna y Arica se remontaba a la Guerra del Pacífico (1879-1883). En ese contexto, la ciudad de Tacna había sido ocupada tras la derrota del ejército peruano-boliviano en la batalla del Alto de la Alianza, en mayo de 1880; y Arica tras la batalla del mismo nombre, en el mes siguiente. En 1929 los estados de Perú y Chile firmaron un tratado para resolver los problemas fronterizos que mantenían después de medio siglo de tensiones, como consecuencia de la guerra. Esto fue presentado por el Gobierno de Leguía como un gran logro.
En la imagen, el ejército chileno rinde honores a la delegación peruana en Arica.

►LAS NEGOCIACIONES EN EL LACKAWANNA
En octubre de 1880 se realizaron conversaciones a bordo del buque de guerra estadounidense Lackawanna, anclado en Arica. En estas, Chile ofreció firmar la paz a cambio de la cesión de Antofagasta por parte de Bolivia y desde Tarapacá hasta Moquegua por parte del Perú, más una compensación económica. Aunque para entonces ya habían perdido a sus ejércitos profesionales, los gobiernos de La Paz y Lima se rehusaron a cualquier cesión territorial.


►EL TRATADO DE ANCÓN
En octubre de 1883, cuando zonas claves del territorio peruano estaban ocupadas y la resistencia del general Cáceres había sido vencida, el Gobierno de Miguel Iglesias firmó el Tratado de Ancón. El artículo tercero de este señaló:

"El territorio de las provincias de Tacna y Arica [...] continuará poseído por Chile y sujeto a la legislación y autoridades chilenas durante el término de diez años, contados desde que se ratifique el presente tratado de paz. Expirado este plazo, un plebiscito decidirá en votación popular si el territorio de las provincias referidas queda definitivamente [bajo] el dominio y soberanía de Chile o si continúa siendo parte del territorio peruano".

EL PLEBISCITO FRUSTRADO
Pasados los diez años estipulados en el Tratado de Ancón, no se llevó a cabo ningún plebiscito, pues los Gobiernos de Perú y Chile no se pusieron de acuerdo sobre las condiciones para la votación. Tras muchas idas y venidas se firmó en 1898 el Protocolo Billinghurst-La Torre, por el cual ambas naciones aceptaron someter el asunto a la mediación de la reina de España. Aunque el acuerdo fue aprobado en el Perú, no fue ratificado por el Congreso chileno.

►LA CAMPAÑA DE CHILENIZACIÓN
En 1900, el Gobierno chileno inició una esforzada campaña de chilenización de Tacna y Arica. En ese año se prohibió la celebración del aniversario patrio y se cerraron las escuelas peruanas. A estas medidas iniciales le siguieron la expulsión de los sacerdotes peruanos (1910), se cerraron diarios y, en general, se hostilizó a la población peruana y se alentó la migración chilena hacia la zona.

►EL ARBITRAJE ESTADOUNIDENSE
Bajo el auspicio de los Estados Unidos, representantes del Perú y de Chile firmaron el Protocolo de Washington, el 21 de julio de 1922. Por este acuerdo, ambas partes acordaban someter el tema del plebiscito al arbitraje del presidente de los Estados Unidos. El mandatario norteamericano, Calvin Coolidge, emitió su laudo el 4 de marzo de 1925 ordenando la realización del plebiscito. Esto fue considerado una derrota diplomática peruana, pues la campaña de chilenización abría la posibilidad de perder ambas provincias cautivas.
Calvin Coolidge

►LA COMISIÓN PLEBISCITARIA
Para la realización del proceso electoral se nombró una comisión plebiscitaria, presidida por el general estadounidense John Pershing. La comisión inició labores en Arica, en agosto de 1925, y rápidamente comprobó los maltratos recibidos por la población peruana en la región. Ante la falta de garantías, Pershing decidió renunciar en enero de 1926 y fue reemplazado por el general William Lassiter. En junio de ese mismo año, el general declaró la imposibilidad de realizar un plebiscito por los atropellos cometidos contra los peruanos y se retiró la comisión.

►LAS NEGOCIACIONES DIRECTAS
Negada la posibilidad del plebiscito, el Gobierno de Leguía entró en negociaciones directas con su contraparte chilena en 1928, bajo los buenos oficios de los Estados Unidos. Ante la imposibilidad de recuperar ambas provincias, el Perú propuso una serie de soluciones creativas, como dividir la ciudad de Arica o declararla zona neutral. Sin embargo, la negativa chilena y la presión estadounidense llevaron a acordar la división de las provincias ocupadas.
Caballería chilena retirándose de Tacna.

Bandera peruana izada en la torre de la catedral de Tacna por primera vez desde su reintegración al territorio nacional.


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