♦ La segunda mitad del siglo XIX es la época dorada de la novela, asociada al triunfo social de la burguesía. En toda Europa los escritores describen con espíritu crítico y realista la nueva sociedad, pero es Francia el país que, en conjunto, ostenta la supremacía en este tipo de novela.
► EL TRIUNFO DE LA NOVELA REALISTA:
La novela demuestra ser el género más adecuado para retratar la sociedad capitalista movida por el poder y el dinero. Sus rasgos facilitan una perspectiva amplia y objetiva en la descripción de ambientes y psicologías. La novela realista tiene las siguientes características:
• Verosimilitud: los argumentos se basan en la realidad cotidiana con personajes comunes. Además, se sitúan en el contexto contemporáneo del autor y del lector.
• Presencia de un narrador que lo sabe todo sobre la trama y los protagonistas.
• Sobriedad en el estilo, que es sencillo y sin complicaciones formales. El escritor busca ante todo la claridad y la exactitud.
• El protagonista entra en un conflicto con la sociedad que casi siempre se salda con el fracaso de aquel.
El ascenso de la novela realista es favorecido por la ampliación del público lector gracias al desarrollo de la prensa periódica, que solía incluir entregas de relatos y novelas.
► DEL ROMANTICISMO AL REALISMO: STENDHAL Y BALZAC.
• Henry Beyle (1783-1842), más conocido por su seudónimo, Stendhal, escribió libros sobre pintura, viajes y biografías, en los que el impulso vital romántico es todavía dominante. Hacia el final de su vida escribió las novelas que le dieron fama, en las que el sentimiento romántico -aún presente en ocasiones- se difumina por el afán de reflejar, como en un espejo, la vida y la sociedad. De hecho, se lo considera uno de los novelistas fundamentales del siglo XIX, por el realismo y la penetración psicológica que muestra en sus personajes, así como por la novedad que supone la narración directa y objetiva. El amor, sentimiento que analiza en su ensayo Sobre el amor, constituye un tema fundamental en el trama de muchas de sus novelas, entre las que merecen especial mención:
• Rojo y negro que narra el fallido intento de ascenso social y de conquista de la propia felicidad por parte de un personaje de clase humilde, sin más medios que su ambición. El protagonista, Julián Sorel, se convierte en un símbolo del rebelde inconformista que emplea todos los recursos para huir de su estatus social.
Stendhal, con una actitud neutral y un estilo sobrio, taza una radiografía de la hipócrita sociedad burguesa de su época.
• La cartuja de Parma, ambientada en Italia, trata sobre las vicisitudes de un joven aristócrata que, repudiado por su familia, emprende una carrera entre eclesiástica y política, en la que triunfará a costa de numerosas intrigas y de sacrificar su gran amor.
HONORÉ DE BALZAC (1799-1850) es un escritor romántico en la forma y en el estilo, sobre todo en sus primeras obras, que son folletines históricos y fantásticos. Pero su gran poder de observación y su capacidad de descripción le convirtieron en uno de los creadores de la novela realista.
Hacia 1830 concibe el vasto proyecto literario de la Comedia humana, una colección de novelas que pretende describir exhaustivamente la sociedad: sus clases, sus intereses, sus preocupaciones, sus tipos humanos...
Entre ellas hay desde novelas históricas hasta simbólicas, como La piel de zapa, o policíacas, como Un asunto tenebroso. Balzac intenta reflejar la mayor cantidad posible de escenarios y ambientes sociales, por lo que algunas novelas se agrupan por temas: hay novelas de vida privada; otras son de ambientación parisiense; también hay novelas que se desarrollan en provincias, o que reflejan la vida campestre.
La mayor parte describe críticamente la sociedad de la época. De entre los muchos títulos destacan Eugenia Grandet, centrada en un avaro que impide la felicidad de su hija, o Papá Goriot, que, por el contrario, narra los sacrificios de un padre por satisfacer los enredos y caprichos de sus hijas.
► GUSTAVO FLAUBERT
Gustavo Flaubert (1821-1880) es el principal representante de la novela realista, el más moderno y el que legó obras de mayor calidad. Su estilo es cuidado y minucioso y antepone la calidad de la prosa y la precisión de las descripciones a la complejidad de los argumentos, lo que lo llevó a corregir y reescribir frecuentemente sus escritos. También se observa en sus novelas un gran desarrollo psicológico de los personajes.
Escribió novelas históricas como Salambó, relatos como Las tentaciones de San Antonio y novelas realistas como Bouvard y Pécuchet. Pero sus dos grandes novelas son:
• Madame Bovary, su obra maestra y una de las mejores novelas de todos los tiempos. Esta novela, que es una especie de homenaje a don Quijote y, a la vez, una crítica al Romanticismo, traza un despiadado retrato de un caso de exceso de idealismo en un ambiente de asfixiante vulgaridad provinciana. La protagonista, Emma, es la aburrida mujer de un médico rural, hombre bueno pero vulgar. Emma alimenta su fantasía con lecturas de novelas sentimentales que lo llevan a una serie de infidelidades. Al final, abrumada por sus deudas y su situación, acaba suicidándose.
Entre sus muchos méritos, la novela destaca por su perfección formal y estilística, por el excelente retrato psicológico de la personalidad femenina y por la forma desapasionada y distante de describir un tema aparentemente escandaloso, como el adulterio.
• La educación sentimental, que narra la historia de un joven burgués y de sus frustrados amores con una mujer casada. La triste constatación final de cómo el tiempo arruina toda ilusión constituye una profunda crítica de los ideales de la burguesía.
► PARA SABER MÁS ++ :
◘ Madame Bovary:
La novela Madame Bovary inició todo un subgénero en la novela realista europea: la novela de adulterio. Estas novelas tienen protagonista femenino, y reflejan la insatisfacción de la mujer en una época en la que eran frecuentes los matrimonios por interés y con hombres mayores que la mujer, por lo que el adulterio es una vía de escape al abatimiento y la falta de expectativas.
Algunas de las mejores novelas del siglo tratan sobre este tema, como el caso de La Regenta, de Clarín, Ana Karenina, de Tolstoi, Effi Briest, de Theodor Fontane, o El primo Basilio, de Eca de Queirós.
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